CONTRACTURA Y ROTURA DE FIBRAS - Nacho Varela
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CONTRACTURA Y ROTURA DE FIBRAS

¿Como puedo diferenciar entre contractura y rotura de fibras?

Es una pregunta que hacen muchas personas cuando sufren este tipo de lesiones durante la práctica deportiva y les genera dolor durante varios días. En muchas ocasiones diferenciar entre contractura y rotura de fibras es complicado y será necesaria una ecografía o resonancia para salir de dudas y conocer cuál es el alcance de la lesión. Sin embargo, la forma en la que se manifiesta el dolor y cómo evoluciona puede darnos algunas pistas sobre qué tipo de lesión tenemos.

 

Rotura muscular. Síntomas y causas

Es la rotura de un conjunto de fibras musculares de un músculo. Puede ser de mayor o menor tamaño y en ocasiones viene acompañada de la rotura de la fascia muscular, lo que hace que esta lesión se agrave. Suele darse cuando, durante la práctica de ejercicio físico, el músculo hace una fuerte contracción que viene acompañada de un estiramiento simultaneo del mismo.

Los síntomas que me pueden hacer sospechar de una rotura de fibras son:

– Se inicia de forma brusca durante el ejercicio. La sensación es de pinchazo, latigazo o, como se suele decir, «pedrada» en la zona afectada.

– Es aguda y dolorosa. Normalmente incapacita para continuar.

– Sensación de gravedad e impotencia funcional.

– En la mayoría de los casos aparece un hematoma días después, aunque si se produce en una musculatura profunda, no vamos a poder apreciarlo.

Las causas más frecuentes son:

– La práctica de deportes o ejercicios que requieran movimientos explosivos como el pádel o el fútbol

– Un calentamiento insuficiente o inexistente.

– Falta de hidratación.

– Una sobrecarga por repetición durante el ejercicio de intensidad media o alta durante largos periodos de tiempo sin recibir masaje de descarga y con reposo insuficiente.

Tratamiento:

La rotura muscular puede ser leve, moderada o grave en función de la cantidad de fibras que se vean afectadas y suele conllevar un periodo de recuperación mínimo de 3 semanas. Este proceso de recuperación tiene una serie de fases que hay que respetar para evitar volver a lesionarse.

– Del día 1 al 5. Será importante la aplicación de hielo en la zona. También es muy recomendable la aplicación de arcilla roja, pomadas antiinflamatorias como traumeel, masaje drenante suave y por supuesto guardar reposo.

– Del 5 al 10 día. Empezaremos la aplicación de calor y comenzaremos la actividad muscular con ejercicios de movilizaciónmuy suavesy sin dolor. Continuaremos con masaje drenante.

– Del 10 a 20 día. Seguiremos con la aplicación de calor y aumentaremos la exigencia de los ejercicios y los estiramientos. Podemos comenzar a trotar de forma suave y siempre que no exista dolor (guiarse por sensaciones). Podemos comenzar a aplicar masaje transverso sobre la zona afectada.

–  Del 20 al 30 dia. Aumentamos la exigencia del ejercicio y los estiramientos (isométricos – excéntricos) siempre guiándonos por nuestras sensaciones. Continuamos con el masaje transverso de forma más intensa.

 

Contractura. Síntomas, causas y tratamiento.

La contractura no es más que la contracción continuada e involuntaria de un conjunto de fibras musculares que perdura en el tiempo y provoca dolor e impotencia funcional. No existe rotura de fibras musculares.

 

Los síntomas de una contractura muscular son:

– No tiene una aparición tan brusca, es más progresiva y puede aparecer sin estar practicando ejercicio físico.

– No genera una impotencia funcional tan evidente, aunque siempre es recomendable abandonar la práctica del ejercicio cuando aparece el dolor ya que puede ser el paso previo a una rotura.

– La sensación es de mayor levedad y puede permitirme continuar el ejercicio.

– No genera hematoma

Causas:

Las más comunes son parecidas a las de la rotura de fibras salvo que las contracturas pueden aparecer también por traumatismos, frío excesivo, problemas viscerales, posturas forzadas y repetitivas o mala higiene postural, estrés y ansiedad.

Tratamiento:

La contractura muscular es una lesión generalmente leve y que requieren normalmente de un tratamiento sencillo:

– Encontrar una posible causa. Por ejemplo si es de origen visceral será súper importante reconocer la causa para evitar que siga reproduciéndose.

– Aplicación de calor o frío (o ambos). Hay cuerpos que se benefician más de uno que de otro y lo recomendable es probar.

– Masaje de amasamiento y miofascial.

– Estiramiento suave (si la lesión es aguda es recomendable esperar unos días para empezar a estirar).

– Buena hidratación.

– Poca actividad física y no dolorosa.

Antiinflamatorios (siempre que sea necesario)

 

 

Este post tiene un objetivo didáctico para dar a conocer más sobre la contractura y la rotura de fibras y orientativo en cuanto al tratamiento. Por supuesto siempre recomiendo ponerse en manos de buenos profesionales médicos para conocer el alcance de la lesión y, posteriormente, especialistas en técnicas y terapias manuales para comenzar un tratamiento.

¡Espero que sirva de ayuda!