Causas de la epicondilitis - Nacho Varela
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Causas de la epicondilitis

Ya hablé sobre está lesión en el post relacionado con la práctica del pádel, pero en este, hablaré más en profundidad de posibles causas de la epicondilitis.

La epicondilitis, también llamada codo de tenista, es una lesión musculo tendinosa que consiste en una inflamación del tendón de los extensores de la muñeca en el epicóndilo, que es su zona de inserción. Las causas de la epicondilitis pueden ser muy diversas y es un error hacer un tratamiento centrado únicamente en ese tendón y en esa zona de inserción. Si hacemos este tratamiento localizado lo más probable es que los resultados, a medio y largo plazo, no sean los esperados. Esto es debido a que es posible que el tendón no sea el origen del problema.

En este post trataré de analizar algunas de las posibles causas de la epicondilitis con un enfoque un poco más holístico.

 

 

 

Causas mecánicas

1. Una muy obvia es el uso exagerado y repetitivo de los extensores de la muñeca. Esto puede deberse a una tarea en un momento puntual, a un cambio de hábitos en el trabajo, un cambio en la rutina de entrenamiento, etc.

2. Una retracción de la fascia muscular en la zona de la musculatura flexora, que es antagonista a la extensora. Esta retracción provocará que los músculos extensores tengan que hacer un trabajo extra para realizar su función y poco a poco se vayan fatigando y provoquen una epicondilitis.

3. Un bloqueo o falta de movilidad en alguno de los ocho huesos que forman el carpo. Esto hará que, al igual que en el punto anterior, los músculos extensores sufran para contraerse.

4. Otra posible causa siguiendo con las restricciones de movilidad es un bloqueo en la articulación de la muñeca entre el cúbito y el radio que realiza la supinación.

5. Si el radio está mal posicionado con respecto al cúbito en la articulación del codo, puede producirse una compresión de los tendones que puede irritarlos y provocar la inflamación de los mismos.

 

 

Causas relacionadas con la inervación

Los nervios que inervan la musculatura extensora del antebrazo forman parte del plexo braquial. Nacen de la columna cervical y recorren el cuello, el hombro y el brazo inervando los tejidos a su paso. Este recorrido puede verse comprometido en algunos puntos provocando sensaciones de dolor, debilidad o entumecimiento en la musculatura. Si los músculos afectados son los extensores de la muñeca, es fácil que aparezca una tendinitis como consecuencia.  Las zonas de compresión más frecuentes son el agujero de conjunción vertebral, los escalenos, la zona subclavicular y el pectoral menor.

Puede existir también una alteración en la propia neurodinamica del nervio o de su estado interno.

 

 

 

Causas viscerales y emocionales.

La epicondilitis puede ser consecuencia de una disfunción de la vesícula biliar. Este órgano, cuando entra en disfunción, produce una serie de síntomas, como cefaleas y mareos, pero también un dolor reflejo en la zona cervical izquierda y pesadez en los hombros. Además provoca bloqueos en las cervicales c5 – c6 y c7 los cuales comprometen, como he mencionado antes, la salida de los nervios de esa zona. que a su vez provoca una descompensación muscular y más tarde la epicondilitis.

 

 

Las emociones que pueden provocar la alteración de la vesícula biliar son la amargura, la rabia, el estrés y la impotencia. Suele existir una sensación de dificultad a la hora de resolver un conflicto. En estos casos, simplemente con hacer consciente el problema emocional, los dolores cervicales empiezan a remitir y si somos capaces de trabajar sobre ellos y solventarlos, podemos hacer que remitan del todo, aunque en ocasiones será necesario ayudarnos con tratamientos de masaje y manipulaciones en el cuello.

 

Es evidente que las causas de este tipo de lesiones pueden ser muy diversas y en ocasiones poco evidentes por lo que habrá que ir descartandolas poco a poco hasta hayar la o las que estén provocándolas y aplicar en consecuencia el tratamiento más adecuado.